onceavo capitulo

LA SANGRE DICE LA VERDAD

Me quede paralizada en aquel consultorio, la cara de la doctora cambio de semblante a verme con preocupación, trato de tranquilizarme diciendo que era un procedimiento y no algo seguro.

Yo seguía sentada pensando en lo que acababa de decir la doctora, esto no es posible, no puede ser.

La doctora dijo:

-          ¿Señorita? ¿Está bien usted?, mira el que te haya pedido la prueba fue un error mío debí haberte preguntado primero lo más obvio. -

-          ¿Tienes alguna relación en este momento? – en cuanto me dijo con mi visión periférica vi que Christian se me quedo viendo interesado. pero no puse atención a eso

-          Am no, no tengo ninguna relación ahora … - interrumpió la doctora

-          ¿Y hace poco? Por favor es necesario que lo sepa.-

-          Bueno hace 3 semanas me separe de mi pareja –

-          Muy bien y ¿Ustedes tuvieron relaciones? – eso me hizo pensar, después de varios minutos respondí.

-          Pues en realidad no, yo nunca quise, solo… - me dio pena decirlo

-          ¿pero...?- me pregunto la doctora

-          Bueno nunca llegamos a mas que besos y caricias –

-          Muy bien, pues entonces descartemos eso, pero ¿Por qué te alteraste así?

¿Segura que no paso nada más que eso?-

-          Si, si estoy segura no paso nada más. –

-          Mira entonces seguimos con los exámenes de sangre de lípidos, ¿tu quieres la prueba de embarazo? – me pregunto

-          No gracias, solo las de lípidos – le di una sonrisa

Después de eso salí del consultorio todavía mareada y confundida yo no le había dicho todo a la doctora, pero eso era imposible, Benjamín y yo nunca llegábamos mas lejos de las caricias o… pero no… solo una vez  él y yo estuvimos a punto de dormir juntos recordé esa tarde hace 1 mes.

Estábamos en su casa su hermano y su primo en el segundo piso.

Su mama no había llego, ambos teníamos la costumbre de cuando salíamos temprano el me invitaba a comer a su casa, la primera vez me dio cierta pena por molestar a su mama, pero ella con gusto siempre me recibía.

En la sala estábamos él y yo, viendo la televisión mientras esperábamos a su mama, cuando de repente sentí como se acerco a mí y sentí sus labios rozando los míos y sus manos en mis mejillas con una delicadeza, yo puse mis brazos alrededor de su cuello tocando su pelo con mis manos.

Yo me separe de él con el aire entre cortado.

-          ¡¡¡Va a bajar tu hermano!!! -  le dije mientras miraba para arriba

-          No te preocupes están muy ocupados, me prometieron que no bajarían para nada – en eso se acerco de nuevo y me beso.

En ese momento sentí sus manos que bajan por mi cuello y torso hasta llegar a mi cintura, yo moví de igual manera mis manos solo dejando una en su mejilla y la otra en su espalda.

Algo me sorprendió sentí que su mano subía de nuevo un poco por arriba de mi cintura pero por debajo de mi blusa, yo hice caso omiso a eso.

Nos seguimos besando por varios minutos más y la tenia su mano en mi espalda y la otra la había movido hacia mi cabello.

Se alejo de mi un poco solo para respirar ambos y me sonrió.

Sentí como dejaba caer su peso sobre mi y caíamos en el sillón recostados, seguíamos besándonos y pronto sentí como subía su mano por debajo de mi blusa no trate de darle un alto en ese momento, los besos seguían y las caricias.

Sentía sus dedos sobre mi piel y eso me hacía sentir bien, se quito su camisa dejando descubierto su torso y sus brazos. El tenía un gran físico, poco a poco trato de quitarme mi blusa, y lo deje.

Después de algunos minutos más las cosas iban bien hasta cierto punto donde mi subconsciente me traiciono, bueno más bien me recordó, yo no era así, yo… deseaba el ser “limpia” hasta encontrar a la persona indicada, yo quería a Benjamín pero no sentía que fuera el indicado.

En cierto modo seguía besándolo, el me miro y me dijo:

-          ¿Qué pasa? ¿este bien? – con  una pequeña cara de preocupación

-          Ammm… si estoy bien – le dije con una sonrisa

Todo siguió pero en algún momento de esos lo pensé bien y no deseaba decepcionarme a misma y engañarme, y su mama no tardaría en llegar, y por la forma que estábamos no era apropiado.

No sabía que tan tarde era, solamente trate de irme alejando poco a poco del, el entendió mi indirecta, se alejo un poco de mí y me miro extrañado.

-          ¡Perdón! No creo que sea correcto seguir con esto… -  le dije mientras se quebraba mi voz.

-          No llores…por favor si no quieres seguir respeto tu decisión. – aunque e me dijo eso oí un poco de decepción en su voz.

Me levante y me arregle, el hiso lo mismo. Cuando terminamos, me senté junto a él y lo mire.

-          No me siento lista, de verdad además no es el lugar ni el momento. –

-          ¿Por qué te arrepentiste si íbamos bien? – me reprocho en tono bajo

-          ¿Recuerdas lo que te dije acerca de lo que mis papas me enseñaron?- el solo asintió con la cabeza

-          Esas cosas para mí son difíciles de hacer a un lado, me sentiría culpable de no cumplir con ese ideal que tengo. No es que sea que viviría en “pecado” pero para mí es respetarme a mi misma.- Benjamín no dijo nada, su cara era neutra tome eso como algo que le molesto

Tome mis cosas y Salí de su casa nunca volví a dejar que pasáramos a mas allá de besos y caricias que como cualquier pareja se daban. Con límites por supuesto.

Regrese de ese recuerdo, y me sentía confundida, pero si él y yo nunca llegamos a mas que solamente…

Decidí ir al laboratorio por los análisis antes de que se me hiciera más tarde eran ya casi las 2 de la tarde.

Fui en taxi hacia haya y cuando entre la recepcionista  me dedico una sonrisa, avance hacia el escritorio y me pregunto que deseaba.

Le respondí que necesitaba unos exámenes, uno de lípidos y el siguiente una prueba de embarazo.

La señorita escribió en un pequeño papel y me cobro, me pidió que esperara en la salita, mientras estaba ahí empezó a hacer cuentas acerca de mis periodos, yo desde chica era un poco irregular… la señorita irrumpió mis pensamientos y me dijo entrara a la siguiente sala donde estaba el químico.

Me saco 4 pequeños frasquitos de sangre, me sentí más nerviosa cada vez, Salí del laboratorio y me fui caminando por la calle. Pare de nuevo un taxi y le pedí me llevara a mi casa.

Cuando llegue subí a mi cuarto y me recosté, no salude a nadie y eso era extraño en mi.

Mi mama subió y entro a mi cuarto.

-          ¡¡Hija!! ¿este bien? -  dijo con voz de preocupación

-           Si solo que me siento un poco mareada  por el olor de la gasolina de taxi y lo que vi en el hospital no te preocupes, saldré en un rato. –

Mi mamá se alejo y yo me quede acostada pensando en que haría si todo eso fuera verdad y tuviera un hijo.

La tarde se me fue de esa manera, demonios!!!! Tendría que esperar hasta mañana para ver los resultados.


espero les guste diculpen la tardanza el domingo sale el siguiente capitulo :P