http://miblog.blogspot.com/p/titulo.html AlCaNzAnDo un sUeÑo: 08/01/2010 - 09/01/2010 http://novelaalcanzandounsueno.blogspot.com/

¡¡¡BieNvEnIdOs!!!

HolA Y BiEnVeNiDoS EsPeRo y LeS GuStE El cONtEnIdO De esTe bLoG SaLuDoSo
aTtE: gAbY

El bLoG SeRa aCtUaLiZaDo cAdA DoMiNgO CoN NUeVoS CaPiTuLoS DeJen sUs CoMeNtArIoS PaRa q pUeDa hAcEr mUcHo mEjOr lSA HiStOrIa


SEPTIMO CAPITULO


“LA DESPEDIDA”





Su grito casi me deja sorda, ella tenía una voz muy chillona y cuando se emocionaba era normal que gritara, solo que esta vez no había recordado eso.

            -                     ¿lo dices enserio? – me pregunto con voz de duda
-                      ¡claro que sí! ¿Crees que bromearía con algo así?, tu siempre me has apoyado en todo y pues quisiera que vinieras conmigo, y nos repartiremos los pagos buscaremos a donde vivir, tú tienes una buena oportunidad allá encontraras el trabajo que quieres-

Mi prima era Arquitecta y ella deseaba trabajar en una gran empresa, esta si era su oportunidad, además de que yo no deseaba irme sola, pero no quiera hacérselo saber por qué se sentiría obligada a hacerlo

-           Mira, déjame pensarlo bien, si y platearlo, ver cuánto dinero tengo y te hablo mañana ¿si? -  me dijo con un tono serio, ese tono lo usaba cuando algo le importaba
-          Claro, claro. No te sientas presionada, yo mañana voy a ir a sacar mis papeles para irme. –
-          Si primita no te preocupes, mañana te hablo. – me dijo con emoción de nuevo.
-          Bueno entonces mañana nos vemos, te quiero mucho, -
-          Yo también, te cuidas adiós. –

Colgué el teléfono y recordé que debía de hacer otra llamada.
Marque el numero que ya me sabía de memoria, solamente sonó dos veces.

-          ¿Hola? ¿Mara? – dijo Benjamín con nerviosismo
-          Hola, ¿como estas? – era una pregunta tonta pero debía hacerla.
-          Bien, muy bien ahora que me hablaste –dijo con tranquilidad ya
-          Necesito hablar contigo – le respondí pero con tono de disculpa
-          Muy bien, si, si ¿Dónde nos vemos? – eso me tomo por sorpresa
-          Ammm, ¿que te parece en el Café Parroquia de la plaza? – era una zona cerca de mi casa.
-          Si, si  me parece bien, ¿a las 8? – mire el reloj eran las 5
-          Si, ahí nos vemos. -
-          Hasta entonces. – se despidió con alegría

Baje a la cocina a ver qué hacia mi mama, ella estaba con mi hermana preparando la comida, me les uní para picar los condimentos, la comida la terminamos más o menos a las 5:40.
Arreglamos la mesa del comedor y pusimos, manteles, vasos, cubiertos, etc.
Nos sentamos a comer, peor esa comida fue especial porque reímos de anécdotas, y platicas de la niñez de mis padres y de cuando mi hermana y yo éramos bebes y nuestras ocurrencias.
Terminamos de comer, levantamos las cosas de la mesa, me toco a mí lavar los platos. Cuando termine, les avise a mis papas que saldría, pero no les dije con quien.
Tome las llaves del coche de mi papa, y Salí.

Eran 7:30 todavía temprano, llegue al estacionamiento en cuestión de 10 minutos.
Me baje y encamine hacia la plaza, estaba llena de gente a pesar de ser lunes, en su mayoría eran, adolescente, comprando. Me hizo recordar mis épocas cuando Salí 0 con mis amigas.
Cuando llegue al café, estaba casi lleno, como siempre.
Encontré un lugar en la planta alta del local, subí y me senté, un mesero me llego a preguntar qué era lo que deseaba, pedí un café negro solo. Apenas eran 5 para las 8 así que no me preocupe en tomármelo  rápido el llegaría un poco más tarde de lo usual como era su costumbre.
De repente una mano tocó mi hombro, me sorprendí al voltear y ver que estaba mi primo Octavio, junto a mí. El era de ese tipo de primos que no los veías cada fin de semana si no cada fecha importante, nos levábamos muy bien desde niños pero él vivía en Colima, no tenía idea de que hacia aquí.
El ya estaba casado tenía 30 años y una hermosa niña.

-¡Primita! ¿Qué hace por aquí?- me dijo cuando me abrazaba solo que me saco l aire de los pulmones, su físico era de un luchador de la AAA pero solo era esa imagen la que hacía que la gente lo respetara, siempre había sido muy cariñoso con la familia

-          ¡hola! ¿Qué estás haciendo aquí? ¡que milagro!-
-          Estamos aquí para visitar a la familia, y a felicitarte por tu graduación – decía entre risas
-          Y donde esta René, en casa de mi mama, Renata y yo quisimos salir un rato solos y disfrutar de la ciudad –
-          Oye que bien que disfruten de una noche de ustedes dos – le decía mientras le daba una palmadas en el brazo

Detrás del salió una chica, delgada, muy guapa, era Renata, nos saludamos y empezamos a platicar sobre cómo les iba en sus trabajos en colima y como iba creciendo René, les empecé a platicar yo de lo que había sucedido el día de la fiesta de graduación, y depuse de mi repentino viaje y mi arrepentimiento.

-          No podías hacerle eso a tus papas Mara – me dijo Octavio
-          Si lo sé y por eso regreso, de la misma manera en que regrese por mi hermana y la abuela. –
-          Mara prométenos que para la próxima que quieras huir primero piénsalo ¿si? No lo hagas de nuevo no me puedo quedar tranquilo si se que estas en otro país si ninguna protección –


El siempre nos había cuidado como un hermano mayor a mí y a mi hermana, nos la pasamos platicando y por un momento se me había olvidado la razón de estar ahí, estaba por Benjamín, pero él no había llegado ya eran casi las 9:30 así que me imagine que él no llegaría.

Seguimos platicando por un momento, cuando se decidieron ir les dije que los llevaba a su casa, ya que Benjamín no llego, eran las 10:25, cuando me pare frente a la casa de mi tía, nos despedimos y me prometieron ir a vernos mañana a mi hermana, a mis papas y a mí, los invite a desayunar, esa sería la oportunidad de contarles de mi viaje a Los Ángeles.

Arranque el coche y me dirigí a mi casa, cuando iba por las calles de la ciudad iba pensando en las cosas que haría en cuanto llegara a Los Ángeles.
Mi idea era conseguir un pequeño empleo para cubrir cuentas pero seria de medio tiempo e iría a casting donde sea que pudiera encontrar un lugar, de extra si era necesario, pero yo debía empezar aunque fuera desde abajo esas presentaciones en pantalla.

Cuando llegue a mi casa me quede un momento en el coche dejando mi imaginación volar, cuando de repente algo golpeo la ventana de mi lado.
Di un grito y cuando voltee a ver quién era me di cuenta de que se trataba de Benjamín, Salí de coche y me abrazo.

-          Perdón por asustarte. – dijo, yo me aleje de manera cortes
-          No te preocupes ¿Por qué no llegaste al café? – le pregunte cuando trataba de deshacer el abrazo lo más discreto posible.
Si llegue allí pero, pues te vi con Octavio y no quise molestarlos. – Me dijo con un poco de vergüenza, - Así que decidí venir aquí a esperarte. -
-          No tenias que venir con que me hubieras llamado, y mañana nos hubiéramos visto – le dije ahora yo con pena
-          No yo necesito de verdad hablar contigo, y pues ahora que estamos tranquilos, es el mejor momento, para ambos. – me decía esa palabras con demasiada tranquilidad y seguridad.
-          Benjamín ya es muy noche de verdad no es necesario… -  me interrumpió poniendo su dedo índice en mi boca.
-          Mara solo necesito saber ¿Cuál es tu decisión? Solo eso. –
Suspire y mire hacia abajo.
-          Ben, mi decisión no ha cambiado, lo siento, pero no estoy lista, lo que yo quiero por el momento no está contigo, y no te obligaría nunca a hacer algo que tu no quisieras, y yo no hare algo que no quiero. –
-          Muy bien – dijo después de escucharme. – entonces no hay vuelta atrás, si algún día, deseas que volvamos a intentarlo estaré feliz de que estés conmigo. – fue lo último que me dijo antes de dar la vuelta, pero reaccione un segundo tarde y lo tome por el brazo.
-          De verdad no quiero lastimarte, te quiero pero necesito ver que es lo que necesito. –en ese  momento me acerque hacia él, y uní mis labios con los suyos.

El me tomo entre sus brazos y me abrazo con una mano mi cintura, la que estaba libre tomo mi nuca y me acerco más a él.
Yo puse un brazo alrededor de su cuello y mi mano derecha la puse en su pecho.
Sentía sus labios rozar los míos y su aliento tibio en mi boca. El me tomaba con fuerza en cierta forma un poco ruda, pero ese sentimiento era de no querer dejarme ir. Este sería nuestro último momento como pareja  y no deseaba dejarlo mal, al principio no pensé en esa reacción, solo me deje llevar por el amor que sentía por él, siempre seria mi primera relación.

Con el aliento entre cortado, nos miramos un momento y dijo:

-          Gracias por todo, te amo y espero que tu sueño se haga realidad –
En ese momento me soltó y me dio otro pequeño beso, se aleje caminado hacia su coche y arranco, desapareció a la vuelta de la esquina.

No sabía porque pero me sentía liberada, el me había dejado ser feliz y sin que termináramos mal, eso era lo que me ponía mejor.
senti un poco de nostalgia y unas lagrimas salieron de mis ojos hacia mis mejillas.
Pero...
Ahora si podía irme con tranquilidad, y eso me hiso pensar que tal vez y podría algún día de verdad encontrar a alguien a quien de verdad yo pudiera unirme sin ese compromiso que sentía.

Era mi momento de poder ser feliz








espero le haya gustado :P dejen sus comentarios
atte:gaby
UnAs nUeVaS FoToS :P ESpERo Les gUsTe






SEXTO CAPITULO



¿ESTOY SEGURA DE LO QUE HARE?

-Mara necesito hablar contigo – fue lo que me dijo Benjamín cuando abrí la puerta
-¿Qué es lo que quieres? Por favor no quieras… - me interrumpió
- No vengo aquí a convencerte de nada, solo vengo a pedirte disculpas por como me comporte y… - de una manera extraña  el quería decir algo pero no sabia si su orgullo o un poco de pena no podía. – Gaby yo… te amo y lo sabes así que quiero ir contigo a los Ángeles y poder apoyarte en lo que tu quieres, por favor piénsalo yo quiero que tu seas mi esposa y mi propuesta de matrimonio sigue y seguirá en pie hasta que tu estés lista. – termino de decir en el momento exacto que la voz se le hacía más aguda de los nervios y me devolvió el anillo que me había dado en la fiesta.


Esas palabras me tomaron por sorpresa y también lo que hizo con el anillo, yo solo me quede quieta, mirándolo, y esta vez si no sabia que decirle, mi decisión de irme a los Ángeles estaba hecha, pero nunca tome en cuenta que el deseara que siguiéramos juntos después delo que paso la noche anterior, y como yo le había dejado en claro mis sentimiento hacia él.
Necesitaba tiempo a solas para poder reflexionar si de verdad quería estar con él o no.

-          Benjamín yo… - le dije mientras de nueva cuenta le daba su anillo – Mira en este momento necesito pensar en todo esto, no me siento segura de que yo sienta lo mismo que sentía desde hace 6 años mira debes entender que no quiero que hagas sacrificios por mi si en realidad me merezco tu amor y espero no darme cuenta muy tarde, espero que cuando vuelva tú puedas disculparme, pero no quiero que me esperes, si encuentras a alguien mucho mejor que yo eres libre de estar con ella, pero no siento que este es el momento de que yo te diga un te amo que no será sincero.
Te doy las gracias por estos maravillosos años, y de nuevo te pido disculpas pero este no es mi momento para, pues comprometerme de esta manera, espero que me entiendas por favor. –

-          Mara por favor ¡No hagas esto, por favor! Yo te quiero, no quiero que por un error de los dos todo se eche a la basura. – me decía con un ligero tono de desesperación. – piénsalo no me tienes que decir ahora, mañana llámame para decirme tu decisión por favor. – cuando dijo eso dio media vuelta y se fue.

Me quede ahí parada poco mas de 5 minutos pensando en por qué hacia esto Benjamín, mi abuela se acerco a mí y me dijo que era hora de dormir, nos fuimos al primer piso hacia el cuarto de mi abuela, mi hermana se acostó con ella y yo me fui al siguiente cuarto, donde había una cama individual, era más o menos las 10:30 nos despedimos y nos acostamos, solo se oía el viento que movía un poco las ventanas también se escuchaba el sonido de los grillos y las respiraciones de mi hermana y mi abuela de una manera pausada, señal de que ya estaban dormidas.
A pesar de el sueño que sentía, no podía dormir, en parte por lo que paso con Benjamín y por lo que debía hacer.
Yo ya no me sentía segura de mis sentimientos, y no debía engañarlo solo por no lastimarlo, pues a la larga ambos saldremos afectados si esto no funciona, me pase yo creo más de 3 horas rodeando el tema y el cómo darle a entender que lo que yo quería, el ya no  tenía un papel importante y no me quería sentir culpable por no poder corresponder ese amor que me daba, yo no podía tomarlo, debe haber alguien que de verdad lo merezca a él.
En algún momento de esa noche el seño me venció, mientras pensaba en todas esas cosas que rondaban mi cabeza.

La luz del sol fue lo que me despertó además del sonido de los autos pitando en la calle, me senté en la orilla de la cama para darme cuenta que de verdad hacia lo correcto.
Me cambie de ropa, fui al baño me lave la cara, los dientes y me peine solo con una media coleta. Baje hacia la cocina donde estaba mi abuela, el olor a hoto caces me invadió, cuando termine de bajar las escaleras vi a mi hermana que estaba ayudando a perpalos, me agrado ver esa imagen, siempre que iba a la casa de mi abuela era relajante, como iba a extrañar esto cuando me fuera, bueno más bien antes de irme debía arregla mis papeles para pode irme
Pero de todos modos extrañaría estas mañanas donde no estaba procupada tantas cosas.

-          ¡Buenos días! ¿Descansaste?- dijo mi abuela cuando me vio parada
-          Si, ya me hacía falta – le respondí ella solo asentía con la cabeza
-          ¿Cuántas horas llevabas si dormir? – me pregunto con tono de desaprobación.
-          Como más de un día, me desperté a las 8 el sábado. –
-          ¡Ahí hija! Deberías acostarte un rato mas –
-          No, no lo que necesito es un baño y tengo que ir a ver lo de los papeles de la visa y el permiso de residencia temporal. –
-          También debes ir a hablar con Benjamín – me recordó mi hermana entre risitas.
-          Ammm si, es cierto, tengo que ir también con él. – dije con un suspiro.

Tenía razón debía ir a hablar con él y decirle que era mi decisión.
Mi abuela nos sirvió los hot cakes en la mesa y nos sentamos a desayunar mientras escuchábamos las noticias de la radio, platicamos de varias cosas, cuando terminamos de desayunar levantamos lo platos sucios  y los pusimos en el fregadero, mientras mi hermana los lavaba yo estaba levantando las demás cosas que estaban en la mesa, pusimos todo en su lugar.
Cuando mi abuela se fue a bañar mi hermana y yo limpiamos la casa  y arreglamos las camas, nos fuimos a sentar a la sala un rato porque ya debíamos irnos a la casa, eran las 3 de la tarde y debíamos ayudar a preparar la comida.
Nos despedimos de ella y nos encaminamos hacia la casa, llegamos y papa estaba sentado en la sala viendo la televisión.
Entramos y lo saludamos:
-          Hola papa, ¿como estas? – le pregunte mientras le daba un beso en la mejilla después de Claire
-          Bien hija, ¿dormiste bien? –
-          Si ya me hacía falta ¿Dónde está mama? –
-          Esta arriba arreglando la ropa en el cuarto –
-          Bueno, - dije en un suspiro – voy a verla –

Me encamine hacia las escaleras y subí perezosamente los 14 escalones, me pare en la entada del cuarto de mama, toque la puerta, con un suspiro mi mama abrió,
Me dedico una sonrisa y entre al cuarto, ella siguió acomodando la ropa que apenas había acabado de lavar.
-          Hola, ¿Cómo estás? – dije con cautela
-          Bien, ¿que tal te fue con tu abuela?-
-          Bien muy bien, estaba muy contenta de que fuimos. –
-          Qué bueno, me alegro. – me contestaba, mientras seguía doblando la ropa
-          Mama, ¿podemos hablar de lo que paso ayer? – le suplique – pero necesito que me des una oportunidad, para que entiendas un poco de mi punto de vista, se q ayer estabas enojada y te entiendo pero, me gustaría que me apoyaras solo una vez en la vida, una.-
-          Hija no es que no te apoye, es solo que no quiero que termines echando tu vida a perder, por algo que es imposible de lograr. –
-          No mama no es imposible, así como tu estudiaste, y te esforzaste por conseguir tu puesto en la Constructora, así yo quiero luchar por ese puesto en esa industria. – la interrumpí diciéndole eso – mira sé que no te agrada pero, quiero ir a hacer la prueba eso es todo, si logro quedarme haya será lo mejor, pero si no regresare y seguiré con la carrera que estudie, es solo que no quiero que cuando sea anciana me arrepienta de no haber intentado y darme por vencida.-

Ella me veía con lágrimas en los ojos, se acerco a mí y me abrazo, pero no era un abrazo de los que se dan por obligación, si no uno mucho más profundo y con amor, ese abrazo fue diferente. Me soltó y me dio un beso en la mejilla.

-          Hija, de verdad ¡discúlpame! Por no haberme dado cuenta desde antes, y no apoyarte como tu mama, tu amiga, pero
-          Yo siempre he querido protegerte, es lo que más me importa, no quiero que te lastimen en ese lugar, es muy duro el tratar de brillar ahí, habrá gente que te tendera la mano solo para desbarrancarte cuando estés cerca de lograrlo.-
-          Mama solo te pido un año por favor, un año, si en ese transcurso no logro nada te prometo que regresare y me dedicare a lo que debo. –

En cierta manera ella se quedo pensando, esas palabras que le dije, a mi me convenía  en ese tiempo yo podría aplazarlo un poco más, ella no debía enterarse por ahora pero prefería dejarla con la idea de que regresaría.

-          Solo piénsalo y  en la cena o mañana me dices ¿si? –  la solté y me fui a mi cuarto.

Ya allí, tome mi celular y marque el numero de mi prima. Solo dos timbrazos y contesto gritándome alarmada.

-          ¡Como se te ocurre irte sin ni siquiera despedirte o llevarme! –empezó a alegar yo la deje que terminara.
-          Romí no me fui, digo aquí en Veracruz, Benjamín fue por mí al aeropuerto. –
-          ¿Qué? ¿Por qué nadie me aviso? ¿Por qué tú no me avisaste? – me volvió a gritar
-          Lo sé perdón, es que fue muy loco hoy, me pelee ayer con mi mama de nuevo, y benjamín quiere que regresemos. –
-          ¿Qué cosa?  ¿Qué le dijiste? –
-          Le dije que no, de un modo u otro eso iba a suceder, pero el esta necio. Pero bueno no yo te llamaba para eso, lo que te quería decir es que si ¿quieres irte conmigo a los Ángeles?-un grito casi rompe mis tímpanos

disdisculpen la tardanza espero les guste :P

QUINTO CAPITULO


¿ES DEMACIADO PEDIR QUE ME DEJEN SER FELIZ?

Yo estaba en la entrada del hangar, para poder abordar el avión, en ese mismo instante sentí una mano sobre mi hombro.
Voltee y vi detrás de mí a Benjamín, me sorprendió verlo ¿Qué hace el aquí?

-          Mara, ¡Por favor, no te vayas! Piensa bien las cosas, por favor, mira se que fue tonto de mi parte reclamarte y no debí presionarte… - me decía, cuando lo interrumpí
-          ¿Qué estás haciendo aquí? ¿Cómo sabias que estaba aquí? –
-            Después de que te fuiste recapacite que no quiero perderte, lo pensé bien y te apoyare, pero… no… no te vayas- esto me sonaba raro, pero debía irme ahora que podía antes de que mis padres llegaran
-          No, lo siento pero no, si me quedo más tiempo aquí, no podre irme nunca. –
Trate de irme pero Benjamín me tomo de la mano.

La señorita aeromoza me dijo que abordara por favor por que el avión iba a cerrar sus puertas.

-solo piensa esto, - me empezó a decir – piensa en tus papas, tu hermana y tu abuela, como se van a sentir que te vayas así sin más. – Trataba de persuadirme – solo piénsalo – me volvió a decir

Yo no sabía qué  hacer una parte de mi quería irse de aquí  y empezar de nuevo, pero la otra quería estar con mi hermana y mi abuela  que eran las únicas q en realidad siempre me habían incitado a entrar a los talleres de teatro y canto.

Mi abuela era una señora con carácter y un poco necia a veces, pero siempre que hablaba con ella me daba sus consejos que me daban ánimos. Un día yo llegue a su casa, tenía 15 años me noto triste y se intereso en saber que me sucedía, yo le platique lo q me pasaba:

-          Es que abue… mi mama no me quiere apoyar en llevarme al casting que van a hacer aquí, ella dice que es una tontería y que no quiere que pierda el tiempo… - le decía yo entre sollozos
-          Mira hija … - mientras me abrazaba me comento – tu estas joven todavía y te entiendo es tu dueño pero llegara el momento en que puedas realizarlo tu sola, no te preocupes todavía por no brillar en ese medio, tú tienes un don y nadie te lo puede quitar, solo ten un poco de paciencia ¿si? –
-          Pero esta  es mi oportunidad y usted lo sabe, no quiero esperar yo quiero hacerlo ahora que soy joven, no cuando ya esté grande. – le reproche
-          Mira tú eres muy buena cantando y actuando lo he visto, pero necesitas desarrollarte mejor, ¿y sabes qué? Yo te ayudare vamos a buscar talleres donde puedas ir ¿si?

Desde es día juntas con mi prima me ayudaban a buscar talleres y también iban a mis obras o espectáculos, claro con el consentimiento de mis papas pero pensaban que solo era un pasatiempo.


-          Señorita, ¿va a subir el avión? No se le puede esperar más. – irrumpiendo mis recuerdos me dijo la aeromoza de nuevo.

Voltee a verla y regrese mi mirada hacia Benjamín.

-          No señorita no voy a subir, disculpe las molestias – le dije

En sé momento  Benjamín tenía una gran sonrisa, pero yo no lo había hecho por el, tenía un mejor plan, pero de todos modos aunque no me haya ido en ese momento, me iré.

Cuando fui por mi maleta, Benjamín me tomo por la cintura y me acerco hacia él, fue acercando su cara hacia la mía, pero yo lo aparte de mí con un ligero empujón.
El me miro un poco desconcertado, se rio y se acerco de nuevo a mí, pero esta vez yo me aleje.

-¿Qué pasa? ¿Por qué no quieres besarme?- me dijo con un poco de frustración en su cara
- No te beso, porque a pesar de que me quedo no significa que regrese contigo –
- ¡Mara por favor! No seas infantil, ya ven aquí. – hizo ademan de acercarse
- Ahora yo soy infantil… - bufe -  mira no quiero pelear mas asi que mejor no nos adelantemos a nada ¿si? -  tome mi maleta y me encamine hacia la entrada

Ya en la entrada del aeropuerto me acerque q tomar un taxi pero Benjamín me detuvo, me dijo que traía la camioneta de su papa y que le había dicho a mis padres que me llevaría a mi casa si lograba convencerme de regresar.
Todo el camino hacia mi casa hubo un silencio incomodo pero, yo no quería hablar con el respecto a lo de la fiesta, el tampoco deseo entablar ninguna conversación.

Cuando nos paramos enfrente de mi casa, las luces seguían prendidas, de inmediato vi como se abría la puerta de mi casa y era mi mama, se veía que sintió un alivio de verme.
Me acerque a ella y me dio un abrazo.
-          ¡No vuelvas a hacer eso! ¿Por qué te fuiste? – me dijo entre sollozos
-          Mira mama no quiero hablar de eso ahora – la solté y entre ahí  estaba mi papa pero él no estaba muy feliz que digamos, así que solo entre y subí a mi cuarto.

En la entrada de mi cuarto me quede parada y sentí algo extraño dentro de mí, me fui directamente hacia mi buro donde estaba el teléfono.
Marque el número de mi abuela, ella respondió al cuarto timbrazo.

-          ¿Bueno? ¿qué paso? – dijo con una voz  de preocupación eso me hizo sentirme mal, pero bien al mismo tiempo, mal por el error que cometería al irme sin planteárselo y bien porque esta noche ella dormiría bien.
-          ¡Abuela  soy yo!- le dije y hoy un suspiro y me interrumpió-
-          ¡Hija! Gracias a dios, ¿por que hicite eso?
-           Mama solo llamaba para decirle que no me iré por ahora y preguntarle si podría irme a dormir a su casa  para poder hablar con usted. –
-          Si mi amor como no, aquí te espero, si quiere tu hermana que también venir.- me empecé a reír
-          Si, yo le digo usted no se preocupe-

Cuando colgué tocaron mi puerta, abrieron y vi a mi mama.

-          Hija, podemos hablar. – entro y detrás de ella estaba mi papa
-          Si claro – le dije – ¿Qué paso? –
-          Necesitamos hablar con lo que paso – decía mientras se sentaba en mi cama -¿Por qué te fuiste? ¿No sabes que fui imprudente de tu parte hacer eso? ¿lo que nos preocupamos por ti? –
-          Mira mama se que fue un error y les pido disculpas,  pero de verdad necesitaba irme ya no aguanto estar aquí, yo ya cumplí con mi parte del trato, les di  el titulo y deben entender que yo quiero tratar de destacar en ese mundo que de verdad quiero.-
-          Hija no puedes dejar todo he irte así sin más. – dijo mi papa
-          No, no papa si puedo yo ya no tengo nada más que hacer aquí, ustedes nunca me apoyaron en mis deseos y siempre hice los suyos, es hora de hacer lo que yo quiero y por eso en una semana me iré, y esta vez no hay vuelta atrás. –
-          ¿Qué cosa? Hija no hagas decisiones tan apresuradas, mira mi amor aprovecha la oportunidad Benjamín te pidió matrimonio tendrás una casa y una familia no lo desaproveches. – decía mi mama
-          No mama entiende, yo no me quiero casar ahora, lo que yo quiero es poder actuar, mira para mi Benjamín y yo ya no teníamos un futuro, lo quiero pero, si él no me apoya en lo que quiero, como puedo confiar en él. –
-          Mara por favor no eches a perder tu vida. –
-          No, ella tiene razón – dijo mi papa, eso me asombro – Nosotros hemos cometido el error de obligarla a hacer lo que queríamos tu y yo, es tiempo de ella cometa sus errores, - decía mientras me miraba – Mi amor yo te apoyo y eres libre de ir a seguir lo que tú quieras. –

Esas palabras me tomaron por sorpresa, pero fue un gran alivio y una lagrimas corrieron por mis mejillas, me levante corriendo y fui a abrazar a mi papa, mi mama solo se nos quedaba viendo atónita.
Cuando me separe de mi papa ella iba a empezar a reclamar, pero mi padre la tomo de hombros y la fue llevando a la salida de mi cuarto.

Eso era todo para mi papa me apoyaba me sentía de una manera tan extraña pero feliz, ahora si podía irme si decepcionarlos-
Yo sabía que mi papa encontraría  la forma de que mi mama aceptara, que yo me fuera.

Arregle una mochila y fui al cuarto de mi hermana, ella estaba escuchando música con los ojos cerrados, así que no se había dado cuenta de que había regresado.
Me acerque a ella y abrió los ojos, cuando me vio salto de sorpresa.

-          ¡Mara regresaste! – dijo brincando del sillón
-          Si, no me podía ir si despedirme de ti. –

Me la pase varias horas platicando con ella y al final le dije lo de irnos a dormir con la abuela, ella acepto.
Mientras yo la esperaba a que hiciera su mochila fui a la sala.
Mire el reloj eran las 7 de la noche ya, me di cuenta de que no había comido nada en todo el día y de que no había dormido desde hace 24 horas.

Claire bajo y le dio un beso a papa que estaba en el estudio, mi mama estaba en su cuarto encerrada, un poco molesta por lo que había dicho mi papa, yo de la misma manera fui a darle un beso y le dije antes de salir del cuarto:

-          Gracias por apoyarme, te amo –

Tome las llaves de coche de mama y Salir directo a la casa de mi abuela, en cuestión de 15 minutos ya estábamos Claire y yo en su casa.
Entramos y nos estaba esperando en la sala, se levanto rápido a abrazarme, yo le devolví ese abrazo con un alivio.
Vi una pequeñas lagrimas salir de sus ojos, se las seque y saludo a mi hermana de la misma manera.

Nos dijo que si queríamos cenar, yo acepte con gusto  tenía mucha hambre. Durante la cena nos la pasamos platicando de lo que había pasado en la fiesta hasta cuando Benjamín me pido matrimonio, ella se quedo sorprendida, pero me dijo que estaba muy contenta de que no hubiera aceptado por obligación, cuando les seguí diciendo que él me había seguido hasta el aeropuerto, en ese preciso momento sonó el timbre, ya eran las 9 de la noche se nos hizo extraño.
Yo me ofrecí a abrirla, fui a la puerta y hay estaba Benjamín

-          Mara necesito hablar contigo – me dijo cuando me vio.

¿Qué  pasa? ¿Por qué no puede dejarme un día pensar las cosas?
Sabía que el trataría de hacer que declinara mi idea de no casarme con él y el irme a los ángeles.

Este novela tiene derechos de autor con el
Numero de certificado :
1008117021771

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