“LA DESPEDIDA”
Su grito casi me deja sorda, ella tenía una voz muy chillona y cuando se emocionaba era normal que gritara, solo que esta vez no había recordado eso.
- ¿lo dices enserio? – me pregunto con voz de duda
- ¡claro que sí! ¿Crees que bromearía con algo así?, tu siempre me has apoyado en todo y pues quisiera que vinieras conmigo, y nos repartiremos los pagos buscaremos a donde vivir, tú tienes una buena oportunidad allá encontraras el trabajo que quieres-
Mi prima era Arquitecta y ella deseaba trabajar en una gran empresa, esta si era su oportunidad, además de que yo no deseaba irme sola, pero no quiera hacérselo saber por qué se sentiría obligada a hacerlo
- Mira, déjame pensarlo bien, si y platearlo, ver cuánto dinero tengo y te hablo mañana ¿si? - me dijo con un tono serio, ese tono lo usaba cuando algo le importaba
- Claro, claro. No te sientas presionada, yo mañana voy a ir a sacar mis papeles para irme. –
- Si primita no te preocupes, mañana te hablo. – me dijo con emoción de nuevo.
- Bueno entonces mañana nos vemos, te quiero mucho, -
- Yo también, te cuidas adiós. –
Colgué el teléfono y recordé que debía de hacer otra llamada.
Marque el numero que ya me sabía de memoria, solamente sonó dos veces.
- ¿Hola? ¿Mara? – dijo Benjamín con nerviosismo
- Hola, ¿como estas? – era una pregunta tonta pero debía hacerla.
- Bien, muy bien ahora que me hablaste –dijo con tranquilidad ya
- Necesito hablar contigo – le respondí pero con tono de disculpa
- Muy bien, si, si ¿Dónde nos vemos? – eso me tomo por sorpresa
- Ammm, ¿que te parece en el Café Parroquia de la plaza? – era una zona cerca de mi casa.
- Si, si me parece bien, ¿a las 8? – mire el reloj eran las 5
- Si, ahí nos vemos. -
- Hasta entonces. – se despidió con alegría
Baje a la cocina a ver qué hacia mi mama, ella estaba con mi hermana preparando la comida, me les uní para picar los condimentos, la comida la terminamos más o menos a las 5:40.
Arreglamos la mesa del comedor y pusimos, manteles, vasos, cubiertos, etc.
Nos sentamos a comer, peor esa comida fue especial porque reímos de anécdotas, y platicas de la niñez de mis padres y de cuando mi hermana y yo éramos bebes y nuestras ocurrencias.
Terminamos de comer, levantamos las cosas de la mesa, me toco a mí lavar los platos. Cuando termine, les avise a mis papas que saldría, pero no les dije con quien.
Tome las llaves del coche de mi papa, y Salí.
Eran 7:30 todavía temprano, llegue al estacionamiento en cuestión de 10 minutos.
Me baje y encamine hacia la plaza, estaba llena de gente a pesar de ser lunes, en su mayoría eran, adolescente, comprando. Me hizo recordar mis épocas cuando Salí 0 con mis amigas.
Cuando llegue al café, estaba casi lleno, como siempre.
Encontré un lugar en la planta alta del local, subí y me senté, un mesero me llego a preguntar qué era lo que deseaba, pedí un café negro solo. Apenas eran 5 para las 8 así que no me preocupe en tomármelo rápido el llegaría un poco más tarde de lo usual como era su costumbre.
De repente una mano tocó mi hombro, me sorprendí al voltear y ver que estaba mi primo Octavio, junto a mí. El era de ese tipo de primos que no los veías cada fin de semana si no cada fecha importante, nos levábamos muy bien desde niños pero él vivía en Colima, no tenía idea de que hacia aquí.
El ya estaba casado tenía 30 años y una hermosa niña.
-¡Primita! ¿Qué hace por aquí?- me dijo cuando me abrazaba solo que me saco l aire de los pulmones, su físico era de un luchador de la AAA pero solo era esa imagen la que hacía que la gente lo respetara, siempre había sido muy cariñoso con la familia
- ¡hola! ¿Qué estás haciendo aquí? ¡que milagro!-
- Estamos aquí para visitar a la familia, y a felicitarte por tu graduación – decía entre risas
- Y donde esta René, en casa de mi mama, Renata y yo quisimos salir un rato solos y disfrutar de la ciudad –
- Oye que bien que disfruten de una noche de ustedes dos – le decía mientras le daba una palmadas en el brazo
Detrás del salió una chica, delgada, muy guapa, era Renata, nos saludamos y empezamos a platicar sobre cómo les iba en sus trabajos en colima y como iba creciendo René, les empecé a platicar yo de lo que había sucedido el día de la fiesta de graduación, y depuse de mi repentino viaje y mi arrepentimiento.
- No podías hacerle eso a tus papas Mara – me dijo Octavio
- Si lo sé y por eso regreso, de la misma manera en que regrese por mi hermana y la abuela. –
- Mara prométenos que para la próxima que quieras huir primero piénsalo ¿si? No lo hagas de nuevo no me puedo quedar tranquilo si se que estas en otro país si ninguna protección –
El siempre nos había cuidado como un hermano mayor a mí y a mi hermana, nos la pasamos platicando y por un momento se me había olvidado la razón de estar ahí, estaba por Benjamín, pero él no había llegado ya eran casi las 9:30 así que me imagine que él no llegaría.
Seguimos platicando por un momento, cuando se decidieron ir les dije que los llevaba a su casa, ya que Benjamín no llego, eran las 10:25, cuando me pare frente a la casa de mi tía, nos despedimos y me prometieron ir a vernos mañana a mi hermana, a mis papas y a mí, los invite a desayunar, esa sería la oportunidad de contarles de mi viaje a Los Ángeles.
Arranque el coche y me dirigí a mi casa, cuando iba por las calles de la ciudad iba pensando en las cosas que haría en cuanto llegara a Los Ángeles.
Mi idea era conseguir un pequeño empleo para cubrir cuentas pero seria de medio tiempo e iría a casting donde sea que pudiera encontrar un lugar, de extra si era necesario, pero yo debía empezar aunque fuera desde abajo esas presentaciones en pantalla.
Cuando llegue a mi casa me quede un momento en el coche dejando mi imaginación volar, cuando de repente algo golpeo la ventana de mi lado.
Di un grito y cuando voltee a ver quién era me di cuenta de que se trataba de Benjamín, Salí de coche y me abrazo.
- Perdón por asustarte. – dijo, yo me aleje de manera cortes
- No te preocupes ¿Por qué no llegaste al café? – le pregunte cuando trataba de deshacer el abrazo lo más discreto posible.
Si llegue allí pero, pues te vi con Octavio y no quise molestarlos. – Me dijo con un poco de vergüenza, - Así que decidí venir aquí a esperarte. -
- No tenias que venir con que me hubieras llamado, y mañana nos hubiéramos visto – le dije ahora yo con pena
- No yo necesito de verdad hablar contigo, y pues ahora que estamos tranquilos, es el mejor momento, para ambos. – me decía esa palabras con demasiada tranquilidad y seguridad.
- Benjamín ya es muy noche de verdad no es necesario… - me interrumpió poniendo su dedo índice en mi boca.
- Mara solo necesito saber ¿Cuál es tu decisión? Solo eso. –
Suspire y mire hacia abajo.
- Ben, mi decisión no ha cambiado, lo siento, pero no estoy lista, lo que yo quiero por el momento no está contigo, y no te obligaría nunca a hacer algo que tu no quisieras, y yo no hare algo que no quiero. –
- Muy bien – dijo después de escucharme. – entonces no hay vuelta atrás, si algún día, deseas que volvamos a intentarlo estaré feliz de que estés conmigo. – fue lo último que me dijo antes de dar la vuelta, pero reaccione un segundo tarde y lo tome por el brazo.
- De verdad no quiero lastimarte, te quiero pero necesito ver que es lo que necesito. –en ese momento me acerque hacia él, y uní mis labios con los suyos.
El me tomo entre sus brazos y me abrazo con una mano mi cintura, la que estaba libre tomo mi nuca y me acerco más a él.
Yo puse un brazo alrededor de su cuello y mi mano derecha la puse en su pecho.
Sentía sus labios rozar los míos y su aliento tibio en mi boca. El me tomaba con fuerza en cierta forma un poco ruda, pero ese sentimiento era de no querer dejarme ir. Este sería nuestro último momento como pareja y no deseaba dejarlo mal, al principio no pensé en esa reacción, solo me deje llevar por el amor que sentía por él, siempre seria mi primera relación.
Con el aliento entre cortado, nos miramos un momento y dijo:
- Gracias por todo, te amo y espero que tu sueño se haga realidad –
En ese momento me soltó y me dio otro pequeño beso, se aleje caminado hacia su coche y arranco, desapareció a la vuelta de la esquina.
No sabía porque pero me sentía liberada, el me había dejado ser feliz y sin que termináramos mal, eso era lo que me ponía mejor.
senti un poco de nostalgia y unas lagrimas salieron de mis ojos hacia mis mejillas.
Pero...
Ahora si podía irme con tranquilidad, y eso me hiso pensar que tal vez y podría algún día de verdad encontrar a alguien a quien de verdad yo pudiera unirme sin ese compromiso que sentía.
senti un poco de nostalgia y unas lagrimas salieron de mis ojos hacia mis mejillas.
Pero...
Ahora si podía irme con tranquilidad, y eso me hiso pensar que tal vez y podría algún día de verdad encontrar a alguien a quien de verdad yo pudiera unirme sin ese compromiso que sentía.
Era mi momento de poder ser feliz
espero le haya gustado :P dejen sus comentarios
atte:gaby
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