Aqui esta es segundo capitulo perdon por no subirlo ayer por causas ajenas no pude como recompensa les doy mas por leer
ISLA SACRIFICIO:
Benjamín y yo llevábamos juntos 2 años, en realidad desde que estábamos juntos en la secundaria fuimos por un par de meses novios, pero como siempre en los amores de adolecentes ese tipo de relaciones no duran mucho.
Ahora ambos tenemos 24 años y nos estamos graduando, ambos tenemos muchos planes juntos, pero… no sé si ahora quiera cumplir esos planes.
Renata mi mejor amiga, nos interrumpió al en ese momento ir a decirnos que la directora había llegado.
- Amm… tortolitos, sé que es su momento intimo, - dijo entre risas
- Pero la directora llego ya con el camarógrafo y dice que necesita hablar con nosotros. – a completo mientras se daba la vuelta y se iba con el grupo.
Benjamín y yo nos reíamos y me dio la mano para guiarme hacia el grupo.
- ¿Cómo dormiste? – me pregunto Ben mientras caminábamos
- Muy bien ¿y tú?, Qué tal ¿si te dejo dormir tu hermano esta vez?- dije entres risas
Su hermano Diego había venido desde California por su graduación. Yo me llevaba muy bien con él, era como el hermano mayor que siempre desee.
Diego es grande de más o menos 30 años, es de ese tipo de chicos que te intimidan por sus facciones un poco duras pero es muy cariñoso y hace reír siempre a los demás, el ya estaba casado con Christine.
Los últimos días Ben se había quejado un poco de que su hermano no lo dejaba dormir pues,
En primera: el roncaba mucho y en segunda: le gustaba ir a molestarlo muy temprano.
- ¿Tú crees que se pueda dormir bien con él? – dijo mientras ponía los ojos en blanco y se reía.
- Eso es muy poco probable – dije de nuevo y mientras lo abrazaba y le daba un besos en la mejilla.
- Para la próxima que venga a la casa te juro q mejor me voy a dormir al estudio – mientras se reía me volteaba para poder darme un pequeño beso en la nariz.
Cuando me di cuenta ya estábamos con el grupo y la directora estaba hablando (y no se porque) con un megáfono.
- ¡Buenos días jóvenes y señoritas! Me alegra que hayan sido puntuales – decía con su voz chillona.
- Bueno como saben la idea para sesión de fotografía era aquí en el muelle pero… - y se quedo callada por un segundo, todos pensábamos que había una mala noticia…
- ¡Por buena suerte he conseguido el permiso municipal y nos permitirán ir hacia la isla del sacrificio a tomarnos la foto de la generación! –
Todos con gritos y chiflidos empezamos a celebrar era una grandiosa noticia, porque allí casi nunca, dejaban ir a personas a pisar esa pequeña isla por cuestiones de cuidarla.
- ¡Eso sí! –siguió cuando calmaron los vitorees - debemos de estar en el perímetro permitido no podemos salir ni tocar nada de allí-
- Los botes nos llevaran de grupos de 10 por favor fórmense en dos filas y lo separaremos por grupos.-
Todos estábamos muy emocionados y por supuesto todos se querían ir lo más rápido posible así que se apresuraron a formar las filas.
A Benjamín y a mí nos toco más o menos a la mitad de la fila así que debíamos esperar a q los botes regresaran a recoger a los demás.
Aunque eran tres botes no eran lo suficientemente rápido, y aun a pesar de eso fue bueno pues pudimos platicar entre todos por otro rato mas.
Cuando toco nuestro turno de subir al bote, nos tuvimos q quitar la toga y quitarnos los zapatos pera poder subir a la lancha sin mojarnos la ropa, pero antes de que pudiera siquiera meterme al agua benjamín tomo mis cosas y salió corriendo hacia el bote, yo me quede un poco extrañada, en ese momento vi que regreso para tomarme entre sus brazos para llevarme al bote, todas mi amigas suspiraron al ver que tan caballeroso fue.
Cuando el subió al bote me senté junto a él y le di un beso rápido en los labios, moviendo mi cabeza poco a poco hacia su oreja le susurre.
- Gracias, te quiero – el solo sonrió, me tomo de la mano.
En cuestión de 5 minutos llegamos a la isla. Ya allí en el pequeño muelle nos esperaba la señora Méndez.
Benjamín me ayudo a salir del bote, que como siempre por poco y me caigo, siempre he sido muy despistada al momento de caminar y casi siempre me tropiezo o resbalo, pero Ben me sostuvo antes de darme un muy buen golpe.
Todos los q estaban ahí se rieron, así que yo de la misma manera me reí.
- ¡Jóvenes, por favor apúrense vayan hacia donde está la directora, no se les ocurra irse a otro lado! – nos dijo doña Mindi (así le decíamos a la señora Méndez) cuando paramos de reír.
Todos juntos caminamos por un pequeño sendero hacia donde estaban unas sillas y bancos, algunos compañeros y compañeras ya estaban sentados esperando a que llegáramos para acomodarnos y tomarnos las fotos.
- Muy bien – dijo la directora, - ¿Ya están todos aquí? Creo q si ok bueno pues vamos a ver… - se quedo pensando un momento mientras frotaba sus manos y nos miraba a todos.
Mientras ella estaba pensando en no sé qué cosas, yo admiraba lo hermosa que era esta pequeña isla y su colorido, el verde de las palmeras y arbustos que había, el color rojo y rosa de algunas flores los sonidos de los pajaritos que estaban escondidos, el sonido de las olas llegando a la costa y su olor tan diferente al de la ciudad, un olor puro, limpio.
- ¡Señorita Santillán! Se podría usted sentar junto a la señorita Higuera – interrumpiendo mis pensamientos me señalo el lugar junto a una chica morenita con lentes, no la conocía muy bien pero era muy linda y amable.
En el transcurso de otro 5 minutos termino de acomodar a todos los demás; Benjamín había quedado del otro lado de donde yo estaba.
Cuando mire mi reloj eran ya las 10 de la mañana y nos debíamos apurar pues si el sol llegaba a lo alto de el cielo no nos dejaría tomarnos las fotos pues saldríamos con el ceño fruncido.
- Jóvenes aquí les presento al señor Julio Clave – lo señalaba al fotógrafo mientras este asentía una sola vez con la cabeza – Les pido por favor que hagan caso de sus indicaciones –
- Muy buenos días señores y señoritas, yo soy Julio Clave como ya me habían presentado, bueno como saben todos nos debemos apresurar para tomar la fotografías, así que por favor solo serán unos minutos, no se muevan mucho. –
Don Julio era un señor de más o menos unos 48 años muy carismático y bien parecido
Iba con unas bermudas de gabardina y una camisa azul cielo, se acerco a los hombres primero para ponerlos de la manera correcta para que la fotografía saliera bien.
Después de terminar con ellos fue con nosotras para ponernos de la misma manera todas y acomodar a algunas que no estaban bien sentadas.
Por lo que pienso Don Julio tomo 10 a 15 fotos de todos con toga y birrete, después de eso nos pido que nos quitáramos todo eso y nos quedamos todas la mujeres con el mismo vestido verde y los hombres con camiseta blanca.
De nueva cuenta volví a contar más o menos 10 o 15 fotos así.
Después de tomarnos las fotos en grupo eran turno de las individuales, aquí si tardo un poco mas por obviedad pero pasaban rápido cada uno.
Al cabo más o menos de 15 minutos me toco a mí, me senté en un banco, pidiéndome una sonrisa me tomo unas 3 fotos, conforme fuéramos pasando nos debíamos formar de nuevo en el muelle para subirnos a los botes.
Esta vez no pude irme con Benjamín en el mismo bote pues él fue casi el ultimo de todos.
Cuando llegamos todos a la playa, la directora nos dio las gracias y nos dio un último aviso.
- Muy bien muchachos, espero que se la hayan pasado bien y que les haya gustado la sorpresa, nos vemos esta noche a la 7 en la iglesia por favor sean puntuales. –
Todos gritaron emocionados de la fiesta que se daría esta noche, cuando me di la vuelta Benjamín venia hacia mí.
- Me tengo que ir Mara debo ayudar en mi casa, pero en la noche paso por ti a tu casa si quieres. – me dijo mientras me tomaba de las manos y me jalaba hacia él.
- No, no, no te preocupes ya sabes cómo son mis papas ellos me vayan querer llevar a la iglesia mejor nos vemos allí ¿si? - le respondí cuando ponía mis manos en su pecho.
- Ok, bueno amor me voy, Te amo. Te vas con cuidado. – me dijo
- Si no te preocupes. – le dije con una sonrisa, pero… me sentí un poco extraña y no sabía por qué.
Me dio un beso y yo puse mis manos alrededor de su cuello, el puso su manos entrelazadas alrededor de mi cintura. Sentía sus labios como rozaban los míos con esa delicadeza con que siempre empezaba y su aliento en mi boca después de unos segundos se separo de mí y me dio un último beso, se dio vuelta, subió a su moto y se fue.
En ese preciso instante supe que fue lo que había sentido hace un momento, cuando me dijo te amo me sentí extraña yo aun no estaba lista para decir esas palabras y no sabía por qué.
Llevaba ya 2 años con el pero no sentía que fuera el momento de decirlas eso me hiso sentir un poco mal, ¿Qué habrá pensado él cuando solo le dije “si no te preocupes”?
Tome un taxi directo a mi casa, todo el camino me pase pensando en Benjamin
¿Qué me pasa por q no puedo decirle un “Te amo”?
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